Durante muchos años las prótesis sobre implantes dentales siempre eran atornilladas. Su inconveniente residía en que creaban una fijación demasiado rígida, lo que comportaba que las fuerzas oclusales (masticación, apretamiento dental, etc…) se transmitieran a los implantes con demasiada intensidad. Hay que tener en cuenta que los implantes dentales se realizan sobre maxilares fijos, por lo que carecen de ligamentos y por lo tanto no disponen de la función de amortiguación que si tienen los dientes naturales. En algunos caso esto suponía que se perdiera el hueso alrededor de los implantes.
Desde hace unos pocos años las prótesis sobre los implantes se fabrican cementadas, es decir, aplicando unos cementos blandos se consigue crear el efecto de rompefuerzas entre el implante y la prótesis. De esta manera las fuerzas oclusales se transmiten de manera más suave a los implantes, consiguiendo así que el hueso que rodea al implante sufra menos.