Las carillas dentales son unas finas cubiertas que se superponen en la cara exterior de los dientes para mejorar su forma, coloración, desgaste o separación. La apariencia final es muy natural y atractiva, una opción estética para mejorar sobre todo el tono y la separación de los dientes.
En DentAesthetic Corporation recomendamos este tratamiento cuando el paciente no se quiere someter por ejemplo a un tratamiento de ortodoncia, aunque su efectividad no es tan alta. Las carillas pueden ser de composite (de mezcla de materiales sintéticos) o de cerámica.
Se trata de un proceso poco invasivo, personalizado y casi artesanal, que suele incluir varias visitas a la clínica. En la primera, tomamos moldes de la boca del paciente en el caso de las carillas de porcelana. Después, en una segunda visita, le presentamos al paciente el denominado “encerado diagnóstico”, que es una recreación -en cera o digital- de las piezas dentales en un molde completo con las dos arcadas de la boca, para que dé el visto bueno o proponga retoques a realizar.
Posteriormente, creamos una plantilla mockup o fotomontaje -en la misma clínica o ya en el laboratorio de prótesis- en base al encerado previo con todas las modificaciones incorporadas. Por último, a partir de esa plantilla se crean las carillas, en la propia clínica si son de composite o en el laboratorio si el paciente las prefiere de cerámica.
En Dentaesthetic Corporation recomendamos unas u otras estudiando cada caso concreto. Pero, no en todos los pacientes es posible hacer la correción con carillas.
En ocasiones, si los dientes están mal colocados (apiñados), no es posible llevar a cabo un tratamiento de carillas, ni de composite ni de cerámica. En estos casos hay que hacer una ortodoncia previamente, para mejorar la colocación de los dientes. Pero se puede hacer que sea muy poco visible, optando por una ortodoncia estética con brackets de zafiro o por una ortodoncia invisible tipo Invisalign -con alineadores transparentes-.
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